En nuestros días la juventud se enfrenta a constantes y nuevos riesgos que atentan contra la posibilidad de llevar una vida saludable en todos los sentidos. Y una vida saludable se refiere a la calidad de vida, a vivir tranquilo y bien tanto en lo físico como en lo psicológico.
Las drogas en gran medida ayudan para que la juventud no asuma su rol en la sociedad como esperanza de un mundo mejor, sino que se sumerjan en otros mundos donde se pierde contacto con el mundo social que nos determina, con los asuntos que los jóvenes, como ciudadanos activos, debemos hacernos cargo y ponerle toda nuestra energía.
Claro está que las drogas no son un asunto de ahora. Se remontan a miles de años atrás. Pero ese no es nuestro interés. El antecedente más cercano son los años sesenta y el abierto consumo de ácidos y otras drogas, en el movimiento hippie. Pero este fenómeno es muy diferente porque tenía todo un contexto y una justificación; la heroína, es una sustancia que conlleva a una creciente adicción, a un proceso vertiginoso de enajenación social, que produce, en muchos casos, indigentes.
La heroína es la representante mas fuerte de las drogas, y el consumo de esta, es una sustancia que no le aporta nada positivo al individuo, ya que por proporcionarle unos momentos de placer físico, lo aísla y aparta del mundo social, donde es llamado a cumplir, como ser humano, un papel importante.
Según un portal Web especializado, “La adicción a la heroína ha forzado a la cultura de masas normalmente desinteresada a mirar de frente ciertos problemas. El crimen que se asocia a los adictos de heroína como algo necesario para mantener el hábito toca los bolsillos de aquellos que de otra manera pasarían sus vidas complacientemente inconscientes de los sufrimientos de otras personas. A menudo las personas que se niegan a ver las vidas de los pobres son aquellas casas en las que hay robos, una llamada a la puerta de su conciencia. Sólo cuando la cultura de masas cambie la adicción a la heroína saldrá de la experiencia humana. (Malpica)
Según esto Consumir heroína implica tener una serie de consecuencias físicas que se vuelven sociales, pues la persona se identifica como adicta, y esta va a preferir, por sobre cualquier cosa, satisfacer su deseo, antes que estudiar, trabajar, atender a la familia, a los amigos, ayudar a otros, progresar económicamente en el mundo capitalista, entre tantas otras cosas. Obviamente que el principal riesgo de consumir heroína es la salud física del individuo que se inyecta. Es decir, en la sociedad. No obstante, el consumidor se expone a una sobredosis, y pone en riesgo su vida.
Karina Malpica habla al respecto: “Ningún gobierno puede proteger la salud de sus ciudadanos, ni a través de la legislación, ni mediante campañas atemorizantes. Tampoco se puede decretar la desaparición de las drogas. Estarán con nosotros en tanto muchas personas encuentren en ellas el refugio, la evasión, la distracción, el conocimiento, el alivio o la satisfacción que buscan. Lo que sí resulta factible es reducir los daños que causan la desinformación, el consumo, el abuso y sobre todo, la prohibición de algunas de ellas.
Por eso considero que para abordar el tema de las drogas, la mejor guía de la razón no puede ser la represión fundada en el miedo y la ocultación de la verdad, sino la información basada en el rescate de las tradiciones y en la exposición completa y veraz de los resultados de la investigación científica y empírica”. (Malpica)
En conclusión ¿Qué quiere decir esto? Que el consumo y la producción de drogas donde se incluye la calidad de esta, están creciendo en el mundo entero y como siempre son los jóvenes quienes toman la iniciativa. Claro que es riesgoso inyectarse, pero ahora la droga empieza a popularizarse porque ya no hay que ‘chutarse’* sino que también se puede fumar. De acuerdo con mi tesis, no hay diferencias grandes entre inyectarse o fumar, el hecho es que el joven pone su energía en ese acto tan trivial y estúpido, que no sirve para nada y deja de hacer las cosas que lo formarán como hombre valioso para la sociedad.
NIDA lanza una serie de reportes acerca del abierto consumo de heroína: “La heroína es una droga con gran potencial adictivo cuyo abuso tiene repercusiones que van mucho más allá del usuario individual. Las consecuencias médicas y sociales del abuso de drogas –el VIH/SIDA, la tuberculosis, los efectos sobre el feto, el crimen, la violencia y los problemas en el entorno familiar, laboral y educacional han tenido un impacto social devastador con un costo de miles de millones de dólares cada año”. (Volkow)
Bibliografía
* chutarse: inyectarse droga.
* NIDA: instituto nacional contra el abuso de las drogas.
MALPICA, Karina, Cunningham, Danna y Andrew Ramer: Further dimensions of healing addictions, Cassandra Press, CA, USA, 1988 de la pagina www.mind-surf.net/drogas/heroina.htm
MALPICA, Karina Las drogas tal cual… de recuperado el 24 de noviembre. Esta Web se inauguró oficialmente el 20 de febrero del 2003 la página www.mind-surf.net/drogas/heroina.htm
Volkow Nora. Directora Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) Serie de Reportes de Investigación - La Heroína: Abuso y Adicción recuperado el 24 de noviembre de 2008 de la pagina www.drugabuse.gov/ResearchReports/Heroina/Heroina.html
3 comentarios:
Con respecto al texto "Heroína: demonio disfrazado de princesa", en el aspecto personal me parece muy bueno, ya que nos muestra la realidad que tal vez muchos no quisieran ver, con respecto a la heroina y otras sustancia psicoactivas, me parece excelente el modo en que se argumenta el texto, la ortografia es perfecta, es un excelente texto para que las personas que no conocen, de la heroina y puedan enteneder el problema que hay alrededor de esta sustancia.
RESEÑA:
El texto realizado por Kelly Tatiana Cárdenas Moreno, que tiene 18 años, que estudia comunicacion publicitaria y que esta en el primer semestre, se titula
"Heroína: demonio disfrazado de princesa"
En este texto, en un comienzo nos describen porque es consumida la heroína, mas que todos por lo jóvenes de hoy en día, sus causas sociales, o culturales, en parte puede que sean hechos realmente trágicos, pero igualmente no se solucionan inyectándose esta sustancia. Después de esto nos hablan de las consecuencias dramáticas que poseen los adictos y fieles consumidores de la heroína, afrontado que realmente son unos zombies que andan por la vida con un solo sentido, enchutarse y nada, dejan a un lado la familia, los amigos y las demás situaciones sociales en las que alguna vez tuvieron contacto, nos describen la existencia de otro mundo dentro de las mentes de estos adictos y el porque de no hacer nada.
Después nos hablan de las consecuencias como tal que normalmente ocurre cuando alguien es un adicto vienen, aparte de los problemas ya nombrados, actos tales como violencia, prostitución, robos u otros actos delinquidos que se fundamentan principalmente en la ganancia de capital para mas consumo, cabe resaltar que en otros casos la personas quedan siendo desechables.
Nos describen también como se ciega la sociedad frente a sus adictos mas cercanos, al no toléralos, ni ayudarlos y las situaciones que se viven en cada una de las mentes de estas personas unidas con la negación y la ignorancia.
Aclaran el papel que juegan los gobiernos con respecto a esto y también que la heroína no es la única, hay un montón mas de droga que espera ser consumida tanto inyectada como fumada, simplemente que la heroína es la madre de todas, es la más poderosa y la adictiva eso hace que sea la superior.
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