EL TLC, LAS INVERSIONES EXTRANJERS PONEN EN RIESGO A LOS EMPRESARIOS NACIONALES
FELIPE SAAVEDRA
2055696
La oportunidad perfecta para ampliar el comercio de nuestro país, intercambiar nuestros productos con el mercado externo, mayores oportunidades de empleo, modernización del aparato productivo, mejoramiento del bienestar de la población, la creación de nuevas empresas con inversionistas nacionales y extranjeros, pero además el poder abaratar los precios que paga el consumidor por los productos que no se producen en el país, es todo esto lo que ofrece un TLC (Tratado de Libre Comercio).
El tratado está regido bajo las condiciones de “transparencia” y “total equidad”; si esto es lo que ofrece un TLC ¿por qué entonces las negociaciones que se están haciendo con Estados Unidos no cumplen nada de lo anteriormente dicho? Y ¿por qué si está regido bajo términos tan justos para los dos países como el de transparencia y equidad, aún no se ha afirmado el TLC?, son dos preguntas que llevan a una misma respuesta.
El TLC se ha vuelto una negociación totalmente opuesta a lo que realmente es, y en la cual el mayor perjudicado es nuestro país, por eso se dice que el TLC es una gran desventaja para los empresarios colombianos. Así lo confirma el político Horacio Serpa, que continuamente dio una iniciativa para evitarlo, “firme para que no firme”, que consiste en: “que los colombianos envíen cartas y correos electrónicos a Uribe para que no suscriba el TLC, por considerarlo lesivo a los intereses del país”. (http://www.diariooccidente.com.co/publicaciones.php?id=22225)
La negociación que se está realizando en este momento realmente no es conveniente para el país, pues algo de lo que se está buscando con el TLC y que afectaría la nación, es la incursión de empresas privadas en prestación de servicios esenciales, los llamamos públicos; por lo tanto esto implicaría que las empresas extranjeras tomen lo más rentable (http://www.moir.org.co/?q=node/426).
Otra petición desfavorable, es la eliminación de cualquier regla por parte del gobierno para las inversiones e inversionistas extranjeros, otorgándoles Trato Nacional a dichos empresarios, lo cual haría que un conjunto nacional humano se viera desplazado y con menos privilegios que las multinacionales que entrarían al mercado, con toda clase de productos y servicios respaldados por nuestro gobierno.
El TLC, posiblemente se esté negociando a espaldas de la sociedad, y que ponga las ganancias económicas por encima de los derechos humanos y de la rentabilidad para una buena estabilidad humana, es ya una buena razón para estar en contra de dicho tratado. El actual proceso que se está desarrollando para cerrar el TLC, está siendo negociado a espaldas de la sociedad, porque no resultaría para nada conveniente volverlo un tema electoral, pues al pueblo conocer la cantidad de desventajas y exigencias a las que estamos siendo sometidos por parte de EE.UU, le reduciría gran apoyo a nuestro actual presidente; igual suerte correrían todos aquellos que pretenden realizar un tratado que a todas luces no está resultando favorable para el país; el actual gobierno evita cualquier oposición a la decisión que solo la clase política está tomando, cuando debería ser, sin duda alguna, un tema democrático (Segundo Subtítulo en el texto: http://www.colombiainternacional.org/Doc%20PDF/INT-TLC-CongresoDecide.pdf)
De seguro, al igual que en Ecuador, Estados Unidos estableció una cláusula de confidencialidad, la cual no permite la divulgación de información clave que se está tratando en el TLC y como consecuencia, desarrolla el proceso a espaldas del pueblo. (http://paginasweb.univalle.edu.co/~lapalabra/mayo06/conaie.htm)
Al empezar las negociaciones del TLC, el 18 de Mayo del 2004, se hablaba de unos límites y reglas establecidas que no serían cambiadas, las cuales tenían como función mantener la integridad, convirtiéndose en una barrera “infranqueable”; el gobierno confirmó lo anterior el 17 de enero en Bogotá: “el gobierno colombiano mantiene la misma hoja de ruta establecida para el trámite del Tratado”, señalado por el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luís Guillermo Plata.
Así mismo, debería de haberse mantenido, pero EEUU exigió una renegociación y más flexibilidad para hacer cambios en las condiciones implementadas por el Gobierno Colombiano desde el principio.
No tiene justificación alguna la petición de los Norteamericanos, ya que las condiciones por parte de nuestro Gobierno estaban claramente establecidas. Estas condiciones tenían que ser respetadas y sobre todo mantenidas por los dos gobiernos. Son evidentes los cambios que el tratado ha sufrido y la desenfrenada blandura que el Gobierno emplea en un tratado que aún no logra firmarse después de más de 12 rondas de negociaciones, y que por supuesto es debido a las muchas peticiones adicionales que hace el Gobierno Norteamericano, pues aprovechan su condición de potencia mundial y proveedor masivo para acomodar los términos a su conveniencia.
Finalmente el 11 de Junio del 2006, se anunció el cierre del tratado para finales del presente año 2007; se espera que esta vez sea definitivo. Ahora, ¿bajo qué condiciones y riesgos para Colombia?. Eso solo lo conoce el Gobierno, aunque debería ser un tema de total conocimiento y aprobación por parte de toda la Nación; la llamada “Nación” solo se reduce a unos cuantos políticos, reguladores, ministros y demás, que esperan que aquel sea evacuado a finales del presente año por el Gobierno y de ser así sometido al control de la Corte Constitucional; atendiendo todos los procedimientos requeridos, se podría decir que éste entraría en vigencia a partir del año 2008. Ojalá la patria entendiera que el TLC no es un tratado del Gobierno sino del País entero y que está en su derecho de rechazar semejante desproporción.
Es inaceptable tratar de llevar a cabo el TLC bajo las condiciones que plantea EE.UU, pues la desventaja es notable y ante todo debe ser un acuerdo que beneficie a las dos partes, pues es todo un país el que se vería afectado debido a la posición que están tomando solo unos cuantos; además el apresurarnos y apoyar la firma inmediata como lo han planteado muchos empresarios, y arriesgarnos hacer el análisis de las “ventajas” que traería el TLC después de cerrado el negocio, sería un total despropósito, pues las consecuencias serían mayores.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.diariooccidente.com.co/publicaciones.php?id=22225
http://www.colombiainternacional.org/Doc%20PDF/INT-TLC-CongresoDecide.pdf
http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=3094
http://www.moir.org.co/?q=node/426
http://paginasweb.univalle.edu.co/~lapalabra/mayo06/conaie.htm
www.recalca.org.co/AAtlcandino/Manifiesto_Foro_Andino_210405.doc
FELIPE SAAVEDRA
2055696
La oportunidad perfecta para ampliar el comercio de nuestro país, intercambiar nuestros productos con el mercado externo, mayores oportunidades de empleo, modernización del aparato productivo, mejoramiento del bienestar de la población, la creación de nuevas empresas con inversionistas nacionales y extranjeros, pero además el poder abaratar los precios que paga el consumidor por los productos que no se producen en el país, es todo esto lo que ofrece un TLC (Tratado de Libre Comercio).
El tratado está regido bajo las condiciones de “transparencia” y “total equidad”; si esto es lo que ofrece un TLC ¿por qué entonces las negociaciones que se están haciendo con Estados Unidos no cumplen nada de lo anteriormente dicho? Y ¿por qué si está regido bajo términos tan justos para los dos países como el de transparencia y equidad, aún no se ha afirmado el TLC?, son dos preguntas que llevan a una misma respuesta.
El TLC se ha vuelto una negociación totalmente opuesta a lo que realmente es, y en la cual el mayor perjudicado es nuestro país, por eso se dice que el TLC es una gran desventaja para los empresarios colombianos. Así lo confirma el político Horacio Serpa, que continuamente dio una iniciativa para evitarlo, “firme para que no firme”, que consiste en: “que los colombianos envíen cartas y correos electrónicos a Uribe para que no suscriba el TLC, por considerarlo lesivo a los intereses del país”. (http://www.diariooccidente.com.co/publicaciones.php?id=22225)
La negociación que se está realizando en este momento realmente no es conveniente para el país, pues algo de lo que se está buscando con el TLC y que afectaría la nación, es la incursión de empresas privadas en prestación de servicios esenciales, los llamamos públicos; por lo tanto esto implicaría que las empresas extranjeras tomen lo más rentable (http://www.moir.org.co/?q=node/426).
Otra petición desfavorable, es la eliminación de cualquier regla por parte del gobierno para las inversiones e inversionistas extranjeros, otorgándoles Trato Nacional a dichos empresarios, lo cual haría que un conjunto nacional humano se viera desplazado y con menos privilegios que las multinacionales que entrarían al mercado, con toda clase de productos y servicios respaldados por nuestro gobierno.
El TLC, posiblemente se esté negociando a espaldas de la sociedad, y que ponga las ganancias económicas por encima de los derechos humanos y de la rentabilidad para una buena estabilidad humana, es ya una buena razón para estar en contra de dicho tratado. El actual proceso que se está desarrollando para cerrar el TLC, está siendo negociado a espaldas de la sociedad, porque no resultaría para nada conveniente volverlo un tema electoral, pues al pueblo conocer la cantidad de desventajas y exigencias a las que estamos siendo sometidos por parte de EE.UU, le reduciría gran apoyo a nuestro actual presidente; igual suerte correrían todos aquellos que pretenden realizar un tratado que a todas luces no está resultando favorable para el país; el actual gobierno evita cualquier oposición a la decisión que solo la clase política está tomando, cuando debería ser, sin duda alguna, un tema democrático (Segundo Subtítulo en el texto: http://www.colombiainternacional.org/Doc%20PDF/INT-TLC-CongresoDecide.pdf)
De seguro, al igual que en Ecuador, Estados Unidos estableció una cláusula de confidencialidad, la cual no permite la divulgación de información clave que se está tratando en el TLC y como consecuencia, desarrolla el proceso a espaldas del pueblo. (http://paginasweb.univalle.edu.co/~lapalabra/mayo06/conaie.htm)
Al empezar las negociaciones del TLC, el 18 de Mayo del 2004, se hablaba de unos límites y reglas establecidas que no serían cambiadas, las cuales tenían como función mantener la integridad, convirtiéndose en una barrera “infranqueable”; el gobierno confirmó lo anterior el 17 de enero en Bogotá: “el gobierno colombiano mantiene la misma hoja de ruta establecida para el trámite del Tratado”, señalado por el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luís Guillermo Plata.
Así mismo, debería de haberse mantenido, pero EEUU exigió una renegociación y más flexibilidad para hacer cambios en las condiciones implementadas por el Gobierno Colombiano desde el principio.
No tiene justificación alguna la petición de los Norteamericanos, ya que las condiciones por parte de nuestro Gobierno estaban claramente establecidas. Estas condiciones tenían que ser respetadas y sobre todo mantenidas por los dos gobiernos. Son evidentes los cambios que el tratado ha sufrido y la desenfrenada blandura que el Gobierno emplea en un tratado que aún no logra firmarse después de más de 12 rondas de negociaciones, y que por supuesto es debido a las muchas peticiones adicionales que hace el Gobierno Norteamericano, pues aprovechan su condición de potencia mundial y proveedor masivo para acomodar los términos a su conveniencia.
Finalmente el 11 de Junio del 2006, se anunció el cierre del tratado para finales del presente año 2007; se espera que esta vez sea definitivo. Ahora, ¿bajo qué condiciones y riesgos para Colombia?. Eso solo lo conoce el Gobierno, aunque debería ser un tema de total conocimiento y aprobación por parte de toda la Nación; la llamada “Nación” solo se reduce a unos cuantos políticos, reguladores, ministros y demás, que esperan que aquel sea evacuado a finales del presente año por el Gobierno y de ser así sometido al control de la Corte Constitucional; atendiendo todos los procedimientos requeridos, se podría decir que éste entraría en vigencia a partir del año 2008. Ojalá la patria entendiera que el TLC no es un tratado del Gobierno sino del País entero y que está en su derecho de rechazar semejante desproporción.
Es inaceptable tratar de llevar a cabo el TLC bajo las condiciones que plantea EE.UU, pues la desventaja es notable y ante todo debe ser un acuerdo que beneficie a las dos partes, pues es todo un país el que se vería afectado debido a la posición que están tomando solo unos cuantos; además el apresurarnos y apoyar la firma inmediata como lo han planteado muchos empresarios, y arriesgarnos hacer el análisis de las “ventajas” que traería el TLC después de cerrado el negocio, sería un total despropósito, pues las consecuencias serían mayores.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.diariooccidente.com.co/publicaciones.php?id=22225
http://www.colombiainternacional.org/Doc%20PDF/INT-TLC-CongresoDecide.pdf
http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=3094
http://www.moir.org.co/?q=node/426
http://paginasweb.univalle.edu.co/~lapalabra/mayo06/conaie.htm
www.recalca.org.co/AAtlcandino/Manifiesto_Foro_Andino_210405.doc
4 comentarios:
El tema es muy intersante, la forma como lo expones da un entendimiento muy claro, pero desgraciadamente es un tema que solo le importa a pocos
Es muy buen tema el que has escogido. El tema es complicado pero logras explicarlo de una manera muy sencilla. A mi parecer es un buen texto el que has escrito solo que le falta un poco mas de documentacion en libros mas que en internet. tambien seria bueno que, a mi parecer, hicieras como una vista al pasado de como el pais ha sido vendido a espaldas de los colombianos y resaltar eso en este contrato el cual va a dejar a colombia en un estado mucho peor al que ya esta
El texto es muy interesante y entendible, muestra claramente lo que es el tratado de libre comercio y su proceso, pero creo que le faltan argumentos para convencer que no debe firmarse el TLC.
El ensayo es muy interesante, además es un tema relacionado con la reaqlidad actual de nuestro país, el la cual todos tenemos que poner un poquito de arena y expresar nuestra opinión. El texto esta muy bien redactado, los signos de puntuación estan bien manejados, además la opinión del autor es clara desde el principio. Tiene buen manejo de citas textuales y estan claramente organizadas y estructuradas la ideas.
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